La “maldición” de Caps, el talentoso mid laner europeo de G2 Esports, contra el legendario Faker y su equipo T1, ha sido una narrativa que ha marcado los torneos internacionales de League of Legends durante la última década. Cada vez que Caps ha estado cerca de llevar a Europa a la gloria en el Campeonato Mundial, se ha topado con el obstáculo monumental de T1, liderado por el “Rey Demonio” Faker.
Desde que Caps comenzó a competir en Worlds, se ha enfrentado varias veces a Faker, quien ha sido una figura dominante en la escena de los esports. El equipo de Caps, G2, logró algunas victorias importantes en torneos como el Mid-Season Invitational (MSI), pero en Worlds, T1 y Faker han sido una barrera recurrente que le ha impedido alcanzar el título máximo.
En particular, la rivalidad tomó relevancia en 2019 cuando G2 derrotó a T1 en las semifinales de Worlds, solo para perder la final contra FunPlus Phoenix, lo que muchos interpretaron como una oportunidad perdida para Europa. Desde entonces, aunque Caps ha seguido persiguiendo su sueño de ganar Worlds, Faker ha sido una especie de némesis, venciendo a Caps y sus equipos en momentos cruciales, lo que ha alimentado la idea de que existe una “maldición” que impide a Caps llevar a Europa a la cima del mundo de League of Legends.
En 2023, aunque T1 no eliminó directamente a G2, Caps reconoció que Faker sigue siendo una de sus mayores motivaciones para lograr la victoria en Worlds antes de que el coreano se retire. Este respeto mutuo se evidenció cuando, en un gesto simbólico, Caps le regaló un cactus a Faker antes del torneo, llamándolo humorísticamente el “unkillable demon cactus”, en alusión al apodo de Faker como el “rey demonio inmortal”
A lo largo de los años, esta rivalidad ha cimentado a Faker como el gran desafío que Caps necesita superar para cumplir su ambición de llevar el título de Worlds a Europa.